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Afrontamiento del estrés
El estrés nos afecta a todos
Incluso los niños más pequeños presentan emociones causadas por el estrés. Para ayudar a los niños a manejar estos sentimientos y reacciones, hable con ellos sobre lo siguiente:
- Qué es el estrés
- Cómo reaccionamos ante el estrés
- Cómo afrontar el estrés de manera saludable
Estas conversaciones pueden ayudar a los niños a reconocer y a responder al estrés de manera saludable, productiva y positiva.

Preparar
Comprender el estrés

¿Qué es el estrés?
El estrés es lo que siente cuando está preocupado o incómodo con algo o con alguien.
Es importante que los niños lo sepan:
- Todo el mundo experimenta estrés. Es una parte normal de la vida
- Dependiendo de cómo afrontemos el estrés, no siempre es malo: puede ayudarnos a superar los retos, a resolver los problemas y a aumentar la confianza.
¿Qué produce estrés?
Los factores estresantes, o las cosas que nos hacen sentir estrés, son diferentes para cada persona. Un examen de matemáticas importante puede ser un factor de estrés para un niño, pero otro niño espera con ansias el desafío.
Los factores de estrés pueden cambiar según el día o la persona. Está bien que cada uno de nosotros se sienta diferente y tenga diferentes relaciones con situaciones similares.
¿Cómo es el estrés?
No todo el mundo maneja el estrés o lo muestra de forma similar. He aquí una lista de algunas formas en que el estrés puede manifestarse en los niños:
Es importante que los niños lo sepan:
- Físicamente
Pueden tener dolor de cabeza o de barriga, los hábitos de alimentación y sueño pueden parecer diferentes, las manos sudorosas, mariposas en el estómago. - Mentalmente
Pueden tener problemas para prestar atención o para recordar cosas. - Emocionalmente
Pueden sentirse enojados, frustrados, asustados o estar de mal humor.

Navegar por el estrés
He aquí cómo puede guiar a su hijo en las situaciones de estrés:
- Recuerde a su hijo que no está solo en lo que siente y experimenta. El estrés es una parte normal de la vida y algo que todos experimentamos.
- En un momento en el que no se sientan estresados, inicie la conversación preguntándoles: "¿Sabes lo que es el estrés?" "¿Qué haces cuando estás estresado para sentirte mejor?"
- Los niños con una gran capacidad de comunicación pueden buscar ayuda cuando la necesitan, y es menos probable que se comporten mal, que se hagan daño a sí mismos o a los demás, o que desarrollen formas de afrontamiento poco saludables, lo que puede ayudar a reducir su riesgo de sufrir abusos.
- Una buena forma de conocer los factores de estrés de su hijo es observar su comportamiento y hablar de lo que le ocurre. Esto puede enseñarles a identificar sus emociones y a gestionar sus sentimientos a través de la comunicación, en lugar de sentirse abrumados y expresar sus emociones a través de su comportamiento:
- Llame sutilmente la atención sobre lo que está notando:
- "Hoy pareces más tranquilo de lo normal".
- Ofrezca una sugerencia para lo que puedan estar sintiendo..
- "He oído que estás enfadado porque se acabó el tiempo de pantalla".
- "¿Estás decepcionado con tus notas?"
- Validar que sus sentimientos están BIEN y son normales.
- "Está bien sentirse abrumado por un gran examen".
- "Entiendo que te frustres por no poder ir a casa de tu amigo".
- Intente redirigir su atención hacia lo positivo:
- "Mañana tendrás más tiempo en el iPad. ¿Quieres acompañarme al parque? "
- "Has estudiado mucho para este examen. Deberías sentirte orgulloso de ti mismo"
- Llame sutilmente la atención sobre lo que está notando:
- Cuando su hijo comparta lo que le preocupa, asegúrese de escuchar su respuesta. Sea paciente mientras hablan y absténgase de interrumpir con consejos o soluciones. Un buen oyente ayudará al niño a sentirse escuchado y comprendido. A veces solo quieren desahogarse. Si su hijo no quiere hablar, ¡no pasa nada! Respete esa decisión y deje claro que sigue estando a su lado. Algunos niños pueden preferir estar solos, y debemos respetar sus límites
- "Voy a respetar tu deseo de estar solo, pero voy a volver a ver cómo estás dentro de un rato para asegurarme de que estás bien. Recuerda que estoy aquí si necesitas hablar".
- Para otros niños, el hecho de que no quieran hablar no significa que quieran estar solos. En lugar de hablar, intente iniciar otra actividad como dar un paseo, hacer galletas o jugar a un juego. A veces su presencia y una actividad divertida pueden ser suficientes para aliviar el estrés
- "No tenemos que hablar de ello si no quieres. ¿Qué tal si vemos una película juntos para que te olvides de esto?"
Estrategias de afrontamiento
Incluso para los adultos, afrontar el estrés de forma saludable puede ser difícil. Deberíamos esperar que los niños en nuestras vidas también luchen con ello.
Como adulto de confianza, puede ayudar a los niños a lidiar con el estrés:
Sea un buen modelo de conducta
- Sea consciente de cómo está afrontando y comunicando su propio estrés
Lluvia de ideas sobre estrategias de afrontamiento
- Piense con su hijo en algunas formas diferentes de sentirse mejor cuando está estresado. Ayudarles a idear su propia solución puede aumentar la confianza del niño
- Apóyeles cuando sugieran estrategias de afrontamiento positivas, y añada sus ideas a la lluvia de ideas según sea necesario
Formas positivas de afrontar la situación
Escuchar música
Hablar con un adulto o amigo de confianza
Escribir un diario
Jugar al aire libre, montar en bicicleta, pasear al perro
Hacer ejercicios de respiración
Comer un bocadillo
Formas negativas de afrontar la situación
No hablar de tus sentimientos
Tirar cosas
Golpear a alguien
Dar un portazo
Perder los nervios
Ignorar tu estrés
Todo con moderación
Si eligen una estrategia de afrontamiento que se podría considerar negativa o poco saludable, no hay que avergonzarlos por esa elección. Si es necesario, hable con ellos sobre cómo las estrategias de afrontamiento poco saludables pueden empeorar las cosas y afectarnos a largo plazo.
Enfoques de solución rápida
Cualquier estrategia de afrontamiento, negativa o positiva, es solo una solución a corto plazo, y puede etiquetarse como un enfoque de "solución rápida". Como adultos, podemos sobrellevar la situación con una copa de vino o con un atracón de nuestra serie favorita, pero no queremos que estas actividades se conviertan en hábitos poco saludables a largo plazo.
Lo mismo ocurre con los niños. Jugar a los videojuegos, comer helado o esconderse en su habitación puede ser una estrategia de afrontamiento adecuada de vez en cuando, pero no queremos que se convierta en un patrón.
Ayude a guiar a su hijo hacia estrategias de afrontamiento positivas que le ayuden a sentirse mejor ahora, a corto plazo, pero también discuta soluciones para eliminar el factor estresante, lo que aliviará el estrés a largo plazo.
"¡Escuchar música es una gran idea! ¿Hay algo más que puedas hacer para sentirte más preparado para tu presentación en clase?"
Con la orientación adecuada, puede ayudar al niño presente en su vida a desarrollar una fuerte capacidad de comunicación y de resolución de problemas.
Pregunte a los expertos
¡Recuerde que el estrés es normal! Si el estrés está afectando a la vida cotidiana de su hijo, o si observa un patrón de estrategias de afrontamiento negativas, es conveniente tener una conversación más seria sobre el origen del problema. Si su hijo está nervioso por una actuación o un examen que se avecinan, o si ha habido un acontecimiento importante en su vida recientemente, siga vigilando la situación y piense en estrategias de afrontamiento saludables.
Es importante llegar a la raíz del problema. Puede valer la pena llevar a su hijo al médico para que le haga algunas pruebas a fin de garantizar que no hay nada más: su hijo puede tener un problema de aprendizaje, un trastorno de ansiedad o puede ser estrés normal. Siempre es mejor determinar primero cuál es la causa principal. Mientras tanto, hable con su hijo sobre lo que le podría estar molestando y piense en probar algunas estrategias de afrontamiento saludables.
Como adultos de confianza, es importante que hagamos lo mejor posible por modelar comportamientos de afrontamiento positivos y saludables. Sin embargo, después de todo, somos humanos y es posible que queramos permitirnos algunos de esos comportamientos menos saludables de vez en cuando. Según la edad de su hijo, puede valer la pena explicarle que usted lucha contra algunos comportamientos negativos y que está trabajando para encontrar alternativas. ¡Incluso puede sugerirle que encuentren una actividad que puedan hacer juntos cuando alguno de los dos esté estresado!
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